MI TESTIMONIO
Mi Testimonio
Nací en una familia cristiana. Mi hermana y yo nacimos en Panamá, pero mi mamá es de Colombia y mi papá de Chile. A los seis años nos mudamos a Ecuador, y esto fue una gran pérdida y un evento traumático para mí, ya que sentí que había perdido todo mi mundo y tenía grandes problemas para adaptarme. El problema solo empeoró cuando tuve que lidiar con un padre sobreprotector y una hermana con TOC severo. Así que durante muchos años estuve lleno de rabia y resentimiento. Cuando tenía 17 años me diagnosticaron depresión crónica y ahí fue cuando entendí el evangelio. Acepté mi dolorosa realidad (como dice Jesús, toma tu cruz) y decidí seguir a Jesús y actuar más como él cada día. Desde entonces, he estado muy involucrado en la iglesia y en varios ministerios donde he crecido mucho como cristiano y Dios ha trabajado en mí más allá de cualquier expectativa que alguna vez tuve.


Mis primeras experiencias en el ministerio
Recuerdo que al crecer mi familia siempre estuvo involucrada en el ministerio de una forma u otra, y por lo tanto yo siempre estuve también cerca de toda la gente involucrada y yo mismo participe de formas pequeñas en varios ministerios. El primer ministerio en el que me involucré fue con la fundación Agua Viva, un ministerio que trabaja con niños en un área remota y de bajos recursos, mayormente indígenas. Hacíamos muchas cosas desde cultos, eventos hasta ayuda social de distintas formas. Yo como adolecente tenía responsabilidades más básicas como liderar los bailes de las canciones, hacer pequeñas obras de teatro, ayudar en multimedia, y varias otras formas prácticas de ayudar. Me gustaba mucho las actividades que hacíamos y el ambiente en equipo. Aprendí a servir en lo que fuera necesario y vi como Dios ayudó bastante a la comunidad a través de la fundación. Participé en el ministerio unos tres años.


En la universidad
Cuando entré a la universidad me involucré en la CECE (Comunidad de Estudiantes Cristianos del Ecuador, parte de IFES) gracias a mi hermana que se había involucrado previamente. Fue coordinador del grupo desde el primer semestre y cuando me cambié de universidad empecé el grupo desde cero. Gracias a Dios el grupo logró salir adelante una vez que yo termine mi rol de coordinador. Durante este tiempo de 7 o 8 años, realmente aprendí un montón sobre la biblia y el evangelio, cómo enseñarla y aprendí a cuidar de la gente. Además me uní al equipo de comunicación de la CECE donde aprendí mucho sobre el tema.


En la Iglesia
En los últimos años de universidad me uní a una iglesia universitaria C3 (Contracultura Cristiana) donde varios de mis amigos de la CECE asistian. Me uní al grupo de líderes en el 2020. Aquí continúe con responsabilidades como crear contenido, guiar estudios bíblicos y hacer seguimiento a los miembros de la iglesia. Aquí conocí muchos grandes crsitianos y vi como el Señor nos acompañó incluso durante la pandemia cuando la iglesia continuó creciendo mientras la mayoría de iglesias perdieron muchos miembros. Además vi como muchos de los estudiantes tomaron mucha iniciativa y empezaron varios ministerios como ayuda social y misiones. Aprendí mucho sobre cómo dirigir una iglesia y se creó una comunidad muy fuerte.


Mi año como misionero en Inglaterra
Este año misionero recién término para mi este agosto 2024 y quisiera expandir más en este año de mi vida ya que fue un año que cambió mi vida y me dejó claro mi llamado a hacer misiones.
Este año fue algo inesperado para mi ya que debido a motivos de fuerza mayor mis planes cambiaron a última hora y decidí hacer el voluntariado solo unos meses antes del viaje. Mi hermana realizó el voluntariado el año anterior y yo seguí sus pasos. A diferencia de todos los otros ministerios en los que había participado, este fue el primero a tiempo completo y con actividades muy variadas. Así que siento que aprendí más en un año que en los varios años anteriores.
Siento que hay muchas cosas que contar, así que comentaré las más significativas. Conocí grandes cristianos que venían de países con mucha persecución. Nada habla de una fe más real que estar dispuesto a dar la vida por Jesus. Vi la enorme diferencia que el evangelio ha hecho en occidente y cómo estos principios faltan en oriente. Por ejemplo en Asia del este la vida es trabajo, si cometes un error debes ser castigado, los padres tienen hijos favoritos según qué tan exitosos son. Pero Jesus le dijo a sus discípulos que descansen, por eso tenemos el concepto de balance vida-trabajo. Jesus perdono incluso a los peores criminales, por eso el perdón es esperado, incluso demandado. Jesus trató a todos por igual y por eso amamos a nuestros hijos por igual. Nuestro valor es dado, ganado.
Además hice grandes amigos, algo que siempre me costó. Algunos cristianos otros no. Vi como todos pueden encontrar a Dios por medio de su cultura y como el evangelio trasciende lo cultural.
Tuve la oportunidad de hablar de los temas más profundos con gente que realmente buscaba la verdad.
Me di cuenta de cuánta diferencia hace Dios para los que no han crecido con él. Por eso siento el llamado de servir como Misionero. Y porque Japon? Pues conté un poco de eso en la sección “Inicio” ;).
VIAJE MISIONERO
DE JUAN A JAPÓN
Quito, Ecuador